Si estamos creando este espacio en un proyecto sobre “Golf”, es porque hoy por hoy, todos sabemos que nos enfrentamos a un deporte con un alto porcentaje mental, y sabemos también todas las angustias y berrinches que ese porcentaje nos acarrea a todos los golfistas, haciéndo que una salida con amigos al campo de juego, se transforme en un “campo de batalla”o en un “hoyo 19”lleno de autorreproches.
Cuerpo y mente van de la mano, se interrelacionan. Desde la Bionergética, Gestalt o Psicodrama, vemos las más veraces comprobaciones de que esto sucede, o desde las enfermedades psicosomáticas. Para hacerlo más práctico y cercano, desde aquél match donde usted sabía que iba a ganar, salió concentrado y con una sensación de autovalía enorme y sin darse cuenta, en ese estado de suma motivación, llegó al final del match victorioso, como lo había planificado su mente. Esa es la versión más cercana que usted tiene de esta correlación cuerpo-mente, ¡la más linda claro! porque también están de las otras, las que perdemos porque “se nos metieron en la cabeza”lo negativo y la autocrítica, nos decimos ¡vamos a perder!.
Las emociones son hechos corporales, son movimientos o alteraciones dentro del cuerpo, que generalmente se traducen en alguna acción exterior: la ira, produce tensión, el amor, suaviza los razgos fisonómicos, la tristeza da un aspecto decaído. Las emociones también se nos presentan en el cuerpo y es ese nuestro instrumento en el campo de golf.
Aceptamos teóricamente el concepto de unidad cuerpo-mente pero luego no lo aplicamos, leemos a Bob Rotella y sabemos por informarnos, que se ha empezado a entrenar mentalmente, pero nosotros no lo hacemos. Vamos a cualquier Driving, compramos un balde grande y empezamos a tirar pelotas una tras otra, sin ponernos un objetivo, ya sea reforzar la técnica correcta, o corregir errores, o apuntar a una bandera imaginaria en cada tiro, etc. Si bien hay jugadores que lo hacen, esto no es lo que más se ve, y reconozco cuesta trabajo y paciencia llevarlo a cabo.
La mente realiza una acción directiva sobre el cuerpo,a través de ella, puedo prestar atención a diferentes partes de mi cuerpo. También puedo centrar mi mente en lo exterior ( objetos externos ) o hacia mi mismo; es por ello que algunas personas piensan demasiado en si mismas, y otras se pierden, por la total atención que fijan en lo que pasa alrededor suyo ( entorno ). Así tenemos en un torneo, el que sale del tee del hoyo uno (1), contracturado y sonrojado por la presión que ejercen los otros con su sola presencia y mirada; y, el que sale tan concentrado en si mismo que no puede hacer una planificación estratégica del hoyo, no ve inconvenientes en el fairway o los pasa por alto, o se concentra en si mismo para perfeccionar su técnica y se hace un rollo bárbaro entre clases y clases que se le vienen a la cabeza y cuanto más analiza más papas obtiene.
La concentración en ganar suele añadir cierto grado de tensión a la actividad, con lo cual el cuerpo no se libera, ni estimula ( si bien un grado de tensión es necesaria para lograr la activación precompetitiva). Si salimos a jugar pensando sólo en el resultado, nuestro cuerpo se tensiona y al no liberarse no sale el swing como lo hemos entrenado.Más adelante hablaremos de diferentes técnicas para entrenar mentalmente, con las cuales enfrentamos el strees de la competencia, y las que nos permiten a traves del pensamiento coordinar los actos motores implicados en cada gesto deportivo.
Si un golfista ejecuta mecánicamente su swing y lo repite compulsivamente, no está permitiéndose unir cuerpo-mente. Si un golfista empieza a "sentir "su swing, coordinar sus movimientos desde las vivencias de su cuerpo, si se anima a imaginarse hacíendolo y corrigiéndose como en un video, eso hará que comience a unir su mente con su cuerpo, la técnica con las sensaciones.
Ustedes dirán, -Esto es fácil decirlo, pero ¿cómo se hace?
Por empezar hoy en día los profesores especializados desarrollan en sus clases esta aceptación del propio swing, y hacen un estudio del alumno, permitíendole la creatividad y la iniciativa en el aprendizaje.Por eso los Psicólogos Deportivos trabajamos ( o ese es nuestro sueño ), junto a los profesores,de la mano, porque sino sería desconocer la unión cuerpo-mente de la que les hablé anteriormente.
Sin una técnica buena e interiorizada no se logra una confianza necesaria para empezar a desarrollar el entrenamiento mental. En cada golfista sea el nivel de juego que tenga, esta cuestión debe ir unida. Si practica semanalmente y toma clases técnicas, cuida de tener buenos palos, acordes a su swing y físico, y después sale a jugar un Torneo y en el primer doble boggie todo se le viene a pique, es muy injusto, para este deportista dejar atrás tanto esfuerzo por el sólo hecho de no haber sido informado que con un poquito más de esfuerzo semanal, la actitud mental frente a un eventual problema en su juego puede ser otra; su mente puede estar preparada para saltar vallas y seguir la carrera. Pero nada es fácil ni nada se consigue sin sacrificio. Hay que trabajar y entrenar mentalmente.
Todo esto claro, deviene de una elección que usted debe y puede hacer para tener en claro su objetivo: El Golf como deporte puede jugarse de dos maneras:
Como un pasatiempo, para hacer amigos y disfrutar de la naturaleza.
Como experiencia competitiva ya sea de alto rendimiento o no.
Creo que la diferencia salta a la vista.Es de suma importancia que el golfista sepa donde está parado, sino los problemas aparecen muy rápido. Puede ser que el que juega por placer, también quiera ganar y que el que compite quiera disfrutar del paisaje; esto de hecho se dá y es beneficioso, pero por sobre todo debe estar el objetivo principal bien delimitado, conocido y proyectadas las metas para poder alcanzarlo.
De todo esto se ocupa la Psicología Deportiva. El golfista debe saber: para qué juega al golf, porqué y qué busca con ello.
Si un jugador no entrena lo necesario, no cuida su físico, y su mente y sale el Sábado a jugar un torneo pretendiendo bajar el par, la realidad lo supera y deviene en frustración. Se va a casa castigándose, lleno de reproches y lo que él no sabe es que su problema fue uno sólo: PROPONERSE UNA META INALCANZABLE PARA ESE MOMENTO . Si la misma hubiera estado bien planificada de antemano y se hubiera alcanzado por dicho ajuste, la sensación de triunfo y eficacia hacen que aumente la autoconfianza en dicho jugador, y sabemos que el sentimiento de confianza en lo que somos capaces de hacer es fundamental para el Golf.
Entonces a pensar, querámosnos y respetémosnos. Parte del entrenamiento mental es fijarse metas y objetivos posibles de conseguir ( aunque sea con pequeñas dificultades , pero para llegar a un objetivo final debo cumplir primero con metas a corto plazo ). Eso es ser realista, eso es empezar a pensar para hacer un futuro “posible”.
De todo esto y mucho más vamos a continuar pensando e informando en los siguientes encuentros. Para mi es totalmente beneficioso este contacto con ustedes, ya que es parte de una meta propia, con un objetivo detrás. Trataré de ser lo más clara posible. No me gustan los Psicólogos que escriben y no se les entiende nada.Lean Freud, él escribía claro y con muchos ejemplos.
Como todo equipo deportivo, aquí también es necesario un feedback, un entrenador no sirve si no escucha a cada integrante de su equipo o si no se autocritica. Los entrenadores autoritarios ya son historia. Por eso los invito a que siendo un equipo tengamos buen feedback, pudiendo ustedes preguntarme o consultarme todo lo que crean conveniente en la dirección de e–mail que luego se les dará. Yo escucho sugerencias, preguntas y críticas, pero por sobre todas las cosas mi función es “ayudarlos”.
Lic. Patricia Fuentes.
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